Cuenta la leyenda;
Beethoven estaba abatido por el fallecimiento de un príncipe alemán, que era como un padre para él... El joven compositor sufría de una gran carencia afectiva. Su madre murió muy joven. Su hermano biológico nunca lo ayudo y los síntomas de sordera comenzaban a perturbarle al punto de dejarlo nervioso e irritado. Beethoven solo podía oír usando una especie de trombón acústico en el oído. El llevaba siempre consigo un papel o un cuaderno para poderse comunicar pero no todos tenían paciencia para leer sus apuntes. Notando que nadie le entendía, ni lo ayudaba, Beethoven se retrajo y se aisló. Por eso gano la fama de misántropo. Fue por todas estas razones que el compositor cayó en una profunda depresión.
Llegó a escribir un testamento diciendo que se iba a suicidar. Pero un día, en la humilde posada donde vivía, se obro el milagro. Beethoven coincidió con una joven y bella muchacha ciega, a la que contó sus penas, su infinita tristeza y sus ganas de quitarse la vida. La chica le contesto... "tu te quieres morir, y yo daría mi vida entera por poder ver una noche de luna".
Beethoven se emociono hasta las lágrimas,... Al fin y al cabo el podía ver! El podía poner su arte en sus composiciones. Las ganas de vivir se le renovaron y entonces compuso una de las piezas más hermosas "Moonlight Sonata". En su tema la melodía imitaba los pasos lentos de personas, posiblemente los suyos, que llevan el cajón mortuorio del príncipe, su protector. Mirando al cielo plateado por la luna y recordando a la muchacha ciega, como preguntándose el porqué de la muerte de sus mecenas tan querido, se dejo sumergir en un momento de profunda meditación. Algunos estudiosos de la música dicen que las tres notas que se repiten insistentemente en el tema principal del primer movimiento de la Sonata, son las silabas de la palabra "porque" en Alemán. "Años después de haber superado el sufrimiento, llegaría el incomparable Himno de la Alegría, la 9ª sinfonía, que corona la misión de este compositor, ya totalmente sordo. Himno a la Alegría expresa su gratitud a la vida y a Dios, por no haberse suicidado. Todo gracias a aquella muchacha ciega, que le inspiro el deseo de traducir, en notas musicales, una noche de luna. Usando su sensibilidad, Beethoven retrato, a través de la melodía, la belleza de una noche bañada por la claridad de la luna, para alguien que no podía verla.
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Sweet Feeling